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Foto: Primer acto de Aida. Producción de 2001, Gran Teatre del Liceu. Regía de Antonio Gutiérrez. Decorados históricos de Mestres Cabanes a base de papel pintado.
Años atrás, la mayoría de directores artísticos cuidaban que durante las arias no hubiera distracciones y que los movimientos escénicos fuesen los mínimos y sin ruido, y más de una vez debían corregir los excesos de los registas. Parece ser que ahora la cosa no va por ahí y los directores de escena tienen carta blanca para hacer lo que crean más conveniente.
¿Debe el regista de turno ilustrar a su aire la escena durante el transcurso de un aria, que suele ser un momento difícil y arriesgado para el cantante, si dicha ilustración distrae la atención del mismo artista y/o del público asistente? O ¿Debe dar prioridad al canto procurando que la puesta en escena distraiga lo menos posible, sin traicionar, por supuesto, a su idea creativa general de la obra?
Es una pregunta que dejo al aire y que cada uno se responda lo que mejor crea conveniente.
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