divendres, 16 de març del 2007

Cambio drástico en las maniobras de resucitación tras un paro cardíaco.


He leído hoy en La Vanguardia un interesante artículo avanzando lo que mañana se va a publicar en la revista médica The Lancet.
La noticia es que según investigadores japoneses se ha demostrado que la insuflación de aire boca a boca reduce las posibilidades de reanimación tras un paro cardíaco, al interrumpir las compresiones cardíacas.
Si esto se confirma, y todo indica que va a ser así, se deberá modificar las directrices de actuación tanto para el personal sanitario como para la población general en caso de prestar primeros auxilios a víctimas de paro cardíaco y así incrementar la supervivencia de los afectados.