dijous, 8 de juny del 2006

Divagaciones acerca de la técnica vocal

Instantánea del maestro Jaume Francisco Puig, en su estudio de la calle del Rec de Barcelona, hacia los años 80. Tuve la suerte de ser discípulo suyo, como tantos otros.
Foto amablemente cedida por Joaquim Castillo.

Queridos blogueros operísticos:

Se ha llegado a escribir tanto sobre técnica vocal, que se le hace a uno realmente difícil llegar a una idea ecléctica, desapasionada y global de todo lo que encaja en la sabiduría del canto. Y la cosa tiene todavía más miga si pensamos que existen casi tantos maestros de canto como gente que canta o ha cantado, ya sea en ámbitos profesionales como en el ámbito aficionado. Todo el mundo de atreve.

Permitidme una anécdota personal: una vez, mientras visitaba a una ilustre soprano, afectada de un resfriado, le pedí que vocalizara para comprobar el estado real de su voz y evaluar así las dificultades que decía tener para cantar aquella misma noche. Y debía cantar nada menos que Norma, de Bellini. Al hacerle alguna simple observación que hizo mejorar su emisión vocal, quedó gratamente sorprendida y me confesó que era la primera vez que un médico la hacía vocalizar, preguntó a continuación si daba clases de canto. Le respondí riendo que por supuesto que no, pero le reconocí que debía ser la única persona en Barcelona que, habiendo cantado, no lo estuviera haciendo.

Todo aficionado a la ópera medianamente enterado, sabe que hay que emitir la voz de una manera fácil y libre, flotando en una posición alta y resonando en los huesos y cavidades de la cara, sobre el soporte de una columna de aire apoyada directamente sobre el diafragma. Y que la garganta ha de permanecer siempre abierta y que la musculatura del cuello y de los hombros debe estar relajada.
¡Qué fácil es decirlo y qué difícil hacerlo!

La cosa se complica si pensamos que no basta con dar bien una nota, sino que es necesario que todas las notas estén bien emitidas. Interesa también que el color de la voz no cambie a lo largo de la escala musical y un inacabable etc. que hace que el proceso de impostación de la voz sea un camino largo, de años, nada fácil, plagado de dificultades. Pensemos que los avances conseguidos en el proceso de impostación se basan en sensaciones internas siempre subjetivas y muchas veces, por no decir siempre, difíciles de verbalizar.

Luego está la eterna discusión de que si la laringe debe estar en posición alta o baja o, por el contrario debe permanecer en una situación intermedia. Si está en posición alta, se facilitan los agudos pero el centro y los graves pierden interés. Si se canta con la laringe en posición baja, podemos conseguir un centro y unos graves sonoros pero habrá dificultad para ejecutar los agudos y, en todo caso, habrá un “salto” en la llamada zona de paso, al tener que subir la laringe abriendo la boca tranversalmente, así como riendo (seguro que lo habrán visto más de una vez). Creo, junto con Ferran Gimeno (eximio profesor de canto) y otros ilustres personajes, que hay que cantar con la laringe en una posición intermedia, abrir la boca de forma redonda y elevar el velo del paladar. De este modo se obtiene una emisión clara y a la vez cubierta, el “coperto ma aperto” de los italianos. Haciéndolo así, la emisión es homogénea de arriba abajo y el famoso “paso de la voz” no existe (tal com han dicho siempre los grandes).

Podemos entender pues, la dificultad de encontrar un buen profesor de canto capaz de transmitir al alumno, mediante explicaciones y una serie de ejercicios vocales o vocalizaciones, los secretos de la técnica del canto y acostumbre al estudiante a saber utilizar la respiración, verdadera piedra de toque en el arte de cantar, de manera que la emisión de la voz impostada quede técnicamente automatizada.
No olvidemos pero, que el talento para cantar se lleva dentro y que el verdadero órgano del canto es el cerebro. Lo que debe lograr el maestro es proporcionar al alumno una técnica que permita desarrollar y exteriorizar aquello que, de alguna manera, ya estaba allí.

Otra anécdota para contar, y no es un chiste, es la de la discusión entre dos estudiantes de canto acerca de la fuerza de la musculatura abdominal a la hora de apoyar los agudos: ¿Hay que apoyar con el culo apretado o abierto? No es cuestión baladí, aunque en un primer momento suene a broma de mal gusto. Una excelente soprano búlgara me aseguró que era imprescindible apoyar con el esfínter anal relajado, es decir, con el ano abierto. Aseguraba que la misma idea del apoyo era incompatible con el hecho de apretar el ano. Ilustraba su explicación bajando ambas manos pegadas a las caderas con las palmas abiertas hacia abajo. Indicaba con este gesto que el apoyo incluía, no solamente la musculatura costodiafragmática, sino también el resto de la musculatura abdominal, todo debía ir hacia abajo.

¡¡Qué sea lo que dios quiera! pensé yo.

4 comentaris:

Anònim ha dit...

Lástima que no termina usted de ilustrar la por siempre difícil situación de si apoyar es con el ano abierto y cerrado, si los músculos de suelo pélvico juegan un rol o no. Le agradecería dejara un comentario. Soy cantante, hace un año dí a luz y para peor por cesárea (habiendo tenido 28 horas de trabajo de parto !) y mi cuerpo a cambiado por completo y me cuestan mucho los agudos.

Josep Rumbau i Serra ha dit...

Querida anónima,
A pesar de no contestar por sistema a los mensajeros anónimos, no puedo pasar sin constestarle que, desde mi punto de vista, hay que cantar siempre con el ano sin apretar, con la musculatura del suelo pélvico relajada. Creo que en su caso y por lo que me cuenta quizás se beneficiaría de un reforzamiento de la musculatura abdominal y diafragmática con ejercicios específicos. El embarazo compromete el tono de la musculatura abdominal y conviene reforzarla después.
Un cordial saludo,

Anònim ha dit...

Hola sinceramente no se de que fecha es esta publicacion o no muy bien solo espero que aun alguien la lea y me ayude.
Bueno el punto es este, por alguna buen razon soy soprano y cuando hago supongo que es voz de cabeza "canto agudo" me va muy bien y puedo llegar hasta un fa5 o 6 no se bien y hasta ahi todo va muy bien pero al momento de cantar canciones como baladas pop de canciones como tipo rihanna, ariana grande y esas artistas que cantan realmente notas altas es como si se me cerrara la garganta y bueno he estado investigando y segun eso mi problema es en la aringe que no me permite dejar salir las notas que probablemente impresionan y sinceramene ya me canse de no poder siento que no tengo talento ¡a alguien que canta y no alcanza las notas altas sin sonar como que esta forzandose y ademas suena horrible! probabemente nunca lo logre ya yo me canse de audicionar para castings pero irme por canciones que hago n desastre o que no impactan a nadie me hace sentir realmente mal... como hago porfavor AYUDENME

Josep Rumbau i Serra ha dit...

Querida anónima. Ya sabrás que no contesto anónimos pero, de todos modos, tampoco podría. A distancia y sin oír la voz no es posible afirmar nada.
Te aconsejo que contactes con un buen profesor de canto si es que lo encuentras (no es fácil). En líneas generales te diré que no hay que cantar los agudos con la garganta cerrada, nunca. Hay que trabajar la técnica vocal para saber apoyar la voz y dejar la garganta abierta cuando vas para arriba.
Un saludo,