diumenge, 2 de setembre del 2007

Sara Baras en el Liceu


Esta tarde se ha iniciado el curso del Gran Teatro del Liceu con un recital de baile flamenco a cargo de Sara Baras y su compañía. Con el título “Carmen” se ha querido glosar la personalidad de la Carmen universal, aquélla que puso primero de manifiesto Próspero Merimé y luego, con indudable éxito, Georges Bizet con su conocida ópera del mismo nombre.

Saben ustedes muy bien que yo no tengo conocimientos suficientes para criticar una actuación de ballet y menos aún de baile flamenco, de manera que no voy hablarles de baile sino del espectáculo en general y les diré que ha sido un buen espectáculo tanto de conjunto como de las partes solistas encabezadas por esta gran bailadora que es Sara Baras.

Lo que sí voy a opinar es sobre la música. Nada qué decir de la música flamenca. Un conjunto de tres cantaores, un percusionista y cuatro guitarras o tres guitarras y un violín, se han encargado de dar realce con éxito a la parte musical, siempre en directo, aunque, esto sí, muy amplificada.

En el foso, la “Orquestra de l’Acadèmia del Gran Teatre del Liceu” ha sido la encargada de ejecutar la parte musical, digamos sinfónica, compuesta para la ocasión e instrumentada, arreglada y dirigida por el mallorquín Joan Valent. Me van a permitir que califique esta música de muy mediocre, así como suena. Al principio una especie de glosa musical sobre frases de la Carmen de Bizet sin ningún interés. Digo yo: ¡Si juegas con la música de otro que sea para mejorarla pero nunca para hacer un esperpento! Luego la cosa ha ido de mal en peor. Poco antes del final la orquesta ha interpretado música original de Bizet, nada menos que el preludio del tercer acto de Carmen, pero ha sido tan mal dirigida que ha pasado más bien con pena que con gloria. En fin señores, si les gusta el flamenco vayan a ver el espectáculo (si encuentran entradas, que parece que ya no quedan) porque van a disfrutar viendo un buen conjunto y una bailora excepcional, pero si lo que buscan es oír música de calidad, y no me refiero a la flamenca, quédense en casa, me lo van a agradecer.