Debo reconocer (hay que ser honrado) que no he sido un incondicional y ferviente admirador de Pavarotti, lo que no impide que pueda y deba reconocer la belleza y extensión de su voz y el dominio total de la técnica vocal que poseía. También debo reconocer que sólo le he conocido en grabaciones y vídeos, y cuando vino al Gran Teatre del Liceu de Barcelona en 1971 para una Bohème con Montserrat Caballé, no estuve allí. Tampoco pude asistir al gran recital que dio en el mismo teatro en 1989. Dicho esto, ha desaparecido uno de los grandes cantantes del siglo XX y quizás el más popular entre los tenores no tan sólo por sus cualidades canoras sino también por su gran humanidad, como reconocen aquellos que le han conocido y tratado. De todas formas, y para consuelo de muchos, la inmensa discografía de este gran cantante le ha hecho ya inmortal ante la historia.
Como recuerdo y homenaje, permítanme que les ponga un vídeo de su recital de 1989 en el Liceu cantando "Recondita Armonia..." del primer acto de la ópera Tosca de G. Puccini
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