dijous, 31 de maig del 2007

Le portrait de Manon/La voix humaine

Esta noche pasada he asistido en el Gran Teatre del Liceu a una velada de doble programación. Por un lado, Le portrait de Manon, del mismísimo Jules Massenet y, por el otro, La voix humaine de Fancis Poulenc.

Reparto:

Le portrait de Manon:
Des Grieux: Paulo Szot
Tiberge: Gordon Gietz
Jean: Janja Vuletic
Aurore: Isabel Rey

La voix humaine:
Una mujer (Elle): Ángeles Blancas

Cor Madrigal
Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu
Dirección de escena: David Lefkowich (Le portrait de Manon) y Christoph Meyer (La voix humaine).

Dirección musical: Josep Vicent
Producción: Gran Teatre del Liceu
Fotos de Antoni Bofill
Le portrait de Manon, obra en un solo acto, con libreto de Georges Boyer, no es más que un divertimento que Jules Massenet escribió basado en la ópera Manon que escribiera 10 años antes. Des Grieux, ya envejecido, conserva amorosamente el retrato de Manon. Un sobrino suyo, el vizconde Jean de Morcerf (mezzosoprano), sobre quien ejerce de tutor, se halla enamorado de una chica humilde, Aurore, pupila a su vez de su amigo Tiberge. Des Grieux se opone vehementemente a la relación que considera no conveniente para los intereses de su apadrinado. Los dos jóvenes descubren casualmenmte el retrato de Manon, que estaba custodiado en un pequeño cofre, y Tiberge que se da cuenta del gran parecido entre Manon y Aurore (hija del sargento Lescaut y por tanto su sobrina); disfraza a ésta de Manon siguiendo el modelo del retrato. Cuando Des Grieux ve a la joven tan parecida a Manon, cede en su intransigencia, desvelándose entonces la verdadera identidad de Aurore, y acepta al fin el matrimonio entre ambos enamorados. Esta comedia “pasa muy bien” con una música que recuerda pasajes de Manon. Justo al iniciarse la música aparece ya el famoso tema de “Ah, fuyez douce image à mon âme trop chère…”
Los cantantes estuvieron a la altura de las circunstancias cumpliendo bien con sus papeles, aunque la dicción en francés fuera mejorable. Isabel Rey lució una buena voz de soprano lírica y sorprendió la calidad vocal de la mezzo Janja Vuletic. Paulo Szot interpretó muy bien su papel del viejo Des Grieux, con recursos vocales importantes. Gordon Gietz cumplió con su papel de Tiberge sin más.

La voix humaine
, obra también de un solo acto, sobre texto de Jean Cocteau, se estrenó en la Opéra Comique de París, el 6 de febrero de 1959.
Después de separarse, una pareja se habla por teléfono en lo que será su última conversación. De los dos amantes se oye sólo la voz de la mujer, que es la que aparece en escena, que inicia su charla con ternura para seguir con momentos de pasión y hasta de violencia, en un último intento desesperado y vano para retener al amado.
Ya les he hablado en este mismo blog de Ángeles Blancas. Hija de la soprano Ángeles Gulín y del barítono Antonio Blancas, no podía recibir mejor herencia genética. Es una cantante que entra dentro de lo que denomino “gran artista”. ¿Qué quiero decir cuando califico a alguien de gran artista o simplemente de artista? Me refiero a la constatación de que más allá de la voz y la musicalidad, existe una capacidad de talento especial para sentir y comunicar emociones. Sin duda alguna, Ángeles Blancas entra de lleno en este grupo de privilegiados. Cada frase, cada palabra, hasta cada nota que emite tiene un sentido y es estar al servicio de la música y de lo que se dice. La prestación de Blancas, esta noche, ha rayado lo sublime. ¡Bravo Ángeles! Una cerrada ovación ha concluido la función.

La orquesta, que tocaba detrás de la escena, para hacer compatible la representación de estas dos óperas con el decorado de Kovantxina, ha sonado muy bien conducida por Josep Vicent. La puesta en escena ha sido sencilla, hábil y funcional habiendo servido perfectamente al seguimiento y a la comprensión fácil de la acción.

En fin, una velada agradable, totalmente recomendable.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Quina enveja aquest programa!!
Anna