dimarts, 29 de desembre del 2009

Cantique de Noël



Una música adequada a les festes nadalenques, Cantique de Noël, d'Adolphe Adam, interpretada de manera esplèndida per Jonas Kaufmann.

dimecres, 23 de desembre del 2009

Vienna Boys Choir: Fröhliche Weihnacht überall



BON NADAL per a tothom
FELIZ NAVIDAD para todos
JOYEUX NOËL à tout le monde
BUON NATALE per tutti
MERRY CHRISTMAS for everybody
GUTES WEIHNACHTEN für jeden

divendres, 18 de desembre del 2009

Leonard Warren: Il balen del suo sorriso



Como ilustración al comentario anterior y, hablando de barítonos, he aquí la versión de la tremenda aria "Il balen del suo sorriso" interpretada de manera magistral por Leonard Warren. Una voz dramática, oscura y con una línea de canto impecable. Dichosos los que pudieron escucharle cantar en directo.

dilluns, 14 de desembre del 2009

Il Trovatore en el Liceu

Fotografies de Antoni Bofill

Ayer domingo asistí a la representación correspondiente al turno T de Il Trovatore, de Giuseppe Verdi, en el Liceu, que se desarrolló bajo el siguiente reparto:

Conde de Luna: Vittorio Vitelli
Leonora: Fiorenza Cedolins
Azuzena: Luciana D'Intino
Manrico: Marco Berti
Ferrando: Paata Burchuladze
Inés: Ana Puche
Ruiz: Vicenç Esteve Madrid
Viejo zíngaro: Ivo Mischev
Mensajero: Emili Rosés
Coro y Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu.
Dirección del Coro: José Luis Basso

Dirección musical: Marco Armiliato
Dirección de escena: Gilbert Deflo


Il Trovatore, quizás una de las óperas con más exigencia vocal del amplio repertorio verdiano, pide, de un lado, grandes voces y, del otro, que sepan cantar muy bien, lo cual, aunque parezca mentira, no es nada obvio. A pesar de que el libreto de Salvatore Cammarano es realmente espeluznante, la música, en cambio, responde al mejor Verdi, con páginas realmente memorables tanto por su belleza como por su dificultad canora.

Siempre he sido un defensor de Gilbert Deflo, con su habitual elegancia escénica aunque, esta vez, debo reconocer que su versión de esta ópera me ha decepcionado de manera flagrante. Una presentación minimalista en extremo, con un movimiento de actores muy mejorable y como cambio de escena tan sólo la presencia de unas inmensas sábanas con soles y lunas que iban cayendo en la parte trasera de la caja escénica. Este tipo de puesta en escena sólo tiene una ventaja: el cantante no se distrae y puede dedicar toda su atención al canto.

La dirección musical de Marco Armiliato no ha defraudado. Buen sonido de orquesta, muy conjuntada y empastada, buenos tempi y dejando cantar lo cual siempre es de agradecer.

En el papel del Conde de Luna, Vittorio Vitelli, que substituía a Roberto Frontali, ausente por enfermedad, estuvo a buena altura con una bella voz de barítono lírico muy bien puesta pero carente de contundencia en los graves lo cual quitó tensión dramática a su personaje. Cantó su dificilísima aria (quizás la más difícil del repertorio verdiano para barítono) "Il balen del suo sorriso..." con musicalidad y buen gusto y también con algún apuro.

Fiorenza Cedolins en el papel de Leonora cumplió bien su parte, también con algún apuro y alguna nota calada pero con recursos para salir airosa. Justa en el aria "Tacea la notte placida", estuvo mejor en los duetos y tercetos con Manrico y el Conde y en el último acto en "D'amor sull'ali rosee". Quizás no sea la voz idónea para esta ópera.

Marco Berti que interpretó a Manrico, posee una voz de tenor spinto de grandes facultades y proyección sobrada, pero con Verdi, como a tantos otros tenores, se le ve el "plumero". En efecto, para cantar Verdi, además de tener una gran voz, hay que saber cantar muy bien y Berti cojea en el segundo supuesto. Su esperada aria "Ah! si, ben mio, ..." fue cantada más bien con pena que con gloria, con flagrantes atentados a la línea de canto y a la afinación. Le fue mejor con el aria de la Pira. Berti tiene buenas intenciones e intenta apianar las frases más delicadas pero el apoyo de la voz no es seguro y cala de manera evidente lo que quedó patente en alguna frase del terceto final.

La Azucena de Luciana D'Intino, para mí, la mejor de la noche, fue cantada de manera segura, con gran intención dramática y cuidada musicalidad. Su voz de mezzo no és bellísima pero sí muy bien puesta y proyectada con graves suficientes. Obtuvo una gran ovación al final.

Paata Burchuladze se ha hecho mayor y su voz carece de la frescura de antaño. Tampoco en su buena época fue un belcantista pero lo compensaba con sus portentosas facultades hoy ya mermadas. Hizo un Ferrando justito.

Muy bien el Coro de la Casa.

Buenas las prestaciones de Vicenç Esteve Madrid, Ana Puche, Ivo Mischev y Emili Rosés.

En resumen, una función desigual con momentos vocales intensos y de buen canto alternando con otros absolutamente olvidables. Buena dirección musical y muy floja puesta en escena.